jueves, 7 de noviembre de 2013

del 51 al 70


51.
Adiós.
Ve con Dios y buena mar.
Que los hijos siguen siendo.
Los que mantendrán la casa.
Cuando se vayan los ladrones.

52.
Y que conste:
sigo soñando contigo
cada vez que pienso
en escribir un poema.

53.
Quisiera mirar en tus ojos,
quisiera mirar en tus ojos esta tarde,
decirte lo que en ellos veo,
¡y sonreír!

Mientras tú a mi lado,
dices lo que sientes,
¡Y también sonríes!

Pero al fin,
la tarde se ha ido.

He descubierto,
como siempre,
que no te vi a los ojos,
que no te dije nada,
¡y que sigo soñando!

Con tu piel canela,
con tu olor,
ese por el cual,
quiero volver a pasar mi nariz,
mientras noto que mi vida,
te sigue perteneciendo.

54.
Si no fuera por las noches
mi vida sería PERFECTA.

Pero cada vez que el sol
se oculta en las montañas.

Pienso en tus ojos negros
tan negros como esta noche.

Que hoy me recuerda
lo infeliz Que sigo siendo sin ti.

55.
Vení...
Sentate...
Decía mi chileno
cuando me veía caminar hacia el muro.

Vení...
Sentate...
Me sigo diciendo hoy.

Aun cuando sé
que el ya se fue
y yo sigo sentada.

En el muro... como siempre.

56.
AYER ME SOÑÉ UN POEMA
Ayer, mientras me tomaba el desayuno
me soñé un poema
hablaba del futuro
de lo que voy a hacer

De los cuentos que voy a escribir
de los premios que voy a ganar
de lo mucho que me voy a divertir

Y de repente
cuando se me atoró la tostada
me dio miedo
y me desperté

Entonces tu ya no estabas,
y el sueño no tenía sentido,
ni razón de ser

Porque para que la vida,
si uno ya no demuestra amor.

57.
DEL MIEDO QUE SENTIMOS
A veces me pregunto
y esta es una pregunta muy común
que voy a hacer cuando sea grande

Esa es una pregunta
que no me respondo ahora
y que difícilmente responda en los próximos cien años

Porque igual
cuando haya crecido
y ya tenga mi convertible rojo
y mi chaletcito a las afueras

Me voy a seguir preguntando
que carajos voy a hacer cuando crezca

De seguro voy a seguir siendo
y ahora me suena redundante
insegura

Por que lo único seguro
es que para morirse
lo único que se necesita
es estar vivo.

Gracias Darío por recordarlo.

58.
AYER ESTUVIMOS HABLANDO
Ayer estuvimos hablando
y me preguntaste
y te conteste
y los dos casi lloramos.

Estábamos muy trascendentales.

Hoy me volviste a preguntar
y no te respondí.

Era demasiado doloroso.

Ahora te respondo:

Por mucho que nos amemos
por mucho que compartamos
cada cual busca su beneficio
eso es natural
lo de Darwin.

La ley del más fuerte
o... algo por el estilo.

Ahora te respondo:

No importa que nos arriesguemos
no importa que me arriesgue por ti
tu siempre serás para ti.

Igual que yo tengo que aprender:
nada es para el beneficio de ambos.

59.
Este es tu regalo de cumpleaños
mientras le robo las horas
a mi tesis de las mujeres

Me sigues pareciendo un dulce
un pedazo de merengue tostadito

Me sigues haciendo falta cuando pienso en el futuro
y eso que no llevo dos semanas de no verte.                                   25 de agosto de 1996

60.
Siempre espero,
con mi mano abierta,
a que venga el sueño,
y sueñe contigo.

Siempre tengo,
los ojos cerrados,
cuando pienso en tu cuerpo,
y sueño contigo.

Espero el día,
en que,
sin cerrar los ojos,
estés conmigo,
y yo deje de soñar contigo.                                        

Goteburgo, agosto 11 de 1996

61.
Bueno...
Ya casi llego a tu lado
ya casi, te veo... y te saludo!
ya casi te siento, y te veo!
te huelo y te toco!
y entonces...
cuando todo eso pase,
dejarás de ser
ya casi.                                                           

Goteburgo, agosto 11 de 1996

62.
Dijiste que tenía,
la fuerza de la naturaleza,
me veías,
y brillaban mis ojos,
entonces,
inevitablemente,
sonreía.

Con mi sonrisa,
se iluminaba tu rostro,
entonces eso,
me hacía feliz a mí.

Ahora,
lejos de ti,
recuerdo tu rostro,
y me haces pensar en las madres.

Me digo al espejo,
tan niña como soy,
me sigo llenando de madres.                                        Goteburgo 11 de agosto de 1996

63.
Recuerdo a Chile
Y aún lo llevo en la muñeca
Recuerdo a Bolivia
Pero es un recuerdo más lejano
Recuerdo a los gringos
A los mejicanos
Las tortillas y los raspados.

Pero lo que más recuerdo
Y hace menos
Es a Italia
A la otra Italia
A la Italia de Verano.                                                  Goteburgo 11 de agosto de 1996

64.
Yo a ti
nunca te escribo poemas
y es que hace tiempo
dejé de pensarte en verso.

Ahora eres mi prosa
pero no mi prosa pasada
porque esa ya no existe.

Eres mi prosa futura
la que todavía no se salva
la que pelea y no escampa.

Eres la prosa
que aunque trate
no escapa.

Tal vez mañana
a la luz de mi luna
te me salgas del tintero.

Por ahora...
conformarnos con un beso
y a veces
ni eso.                                                                      Goteburgo 11 de agosto de 1996

65.
Salí amándote
Salí pensando en ti
Oliéndote.

Te puse la mano en la pierna
mientras giraba el anillo con el pulgar,
ya no era tu recuerdo el que perseguía mi mano
entonces descansé.

66.
Ahora
muy en la soledad de mi hogar vacío
en esta habitación que me conforta en su llenura.

Pienso en tus dedos
es tus manos duras
en el dorso que no te pertenece

y te sigo amando.                                              Bogotá 18 de agosto de 1996

67.
Yo no sé
en que momento
te me metiste entre la sangre y el pecho.

Ni sé cuanto
he tratado de olvidarte.

Pero aún cuando al cerrar los ojos te vea
sigo pensando en que no existes.

Como una manera de quitarme
tu mirada de los ojos.

Aunque como siempre
siga siendo ilusión.                                             Bogotá 26 de agosto de 1996

68.
Feliz cumpleaños doctora
y que Dios la siga colmando de regalos
como hasta ahora.

Por este instante
le escribo su suerte
en la mano de la vida.

Para que no se le olvide
que aunque esté lejos
me sigue teniendo a su lado.

Aunque usted no quiera,
me sigue teniendo a su lado,
porque le pertenezco,
como usted a mí.

Como el destino,
que a puesto a trinar pájaros,
en su ventana.

69.
Hoy tampoco vendrás,
aunque te lo haya pedido,
hoy tampoco vendrás,
y ya van años de esperarte,
sin que vengas,
sin que te sientes a mi lado,
sin que me escuches.

Ya sé que dejó de interesarte,
el interés que constantemente,
siento por ti.

Pero que le voy a hacer,
soy así,
que te espero,
aunque no vengas.

Que te espero,
es cierto,
que cada día veo por la ventana,
a ver si por fin te aproximas,
y sabes que
nada.

Ni en los suspiros te acercas,
como en los días en que,
viendo por mi cerradura,
descubro enamorados,
en la casa de enfrente,
y siento que ya nada vale.

Bien podrías decir tu,
que no vienes,
para que la ilusión muera,
y deje de mirar por la ventana.                                     Octubre 28 de 1996.

70.
Hoy quería escribir,
cosas maravillosas,
a cerca de su amistad,
pero viendo mi vida,
me da la impresión,
de que no vale la pena,
porque su existencia,
es para mi un incentivo,
algo que me dice,
que es mejor seguir,
sentada al lado del sol.                                                28 de octubre de 1996.

No hay comentarios:

Publicar un comentario