250.
SIGO ESPERANDO EL CORREO TODAVÍA
Sigo esperando el correo todavía,
pero no es tu carta la que espero,
es un millón de cosas nuevas,
todo eso que se encierra conmigo,
todo lo que te escribe y te describe,
sin que siquiera lo imagines tuyo.
Ahora hago más planes,
aquí camino más vidas,
sueño más tus ojos,
siento más tus manos peregrinas,
y mi vida ya no te pertenece.
Aunque todavía te escucho,
mi vida ya no te pertenece,
ya por fin,
me has dejado descansar.
Mayo 12 de 1998.
251.
SIGUE SONANDO LA GUITARRA
Sigue sonando la guitarra,
aunque la habitación está vacía,
sigue sonando la guitarra.
Dicen que es por culpa del olvido,
se quedó el sonido,
aunque nos dejó las flores marchitas.
252.
RELÁMPAGOS AZULES
Mis manos se siguen deslizando por tus piernas,
la trenza de tu cuerpo con el mío,
sigue sentada en la escalera del patio.
Veo tus ojos desnudos en mis labios,
y siento que el silencio es cada vez más perfecto.
A ti pertenecen mis ventanas,
mis espejos y mis olores,
como le pertenecen a otros,
mis poemas que no son tuyos,
aunque te toquen de lejos.
253.
No quiero que la gente me vea débil,
no quiero parecer estúpida,
¿mostrar los sentimientos?
¡Que asco!
¿Mostrar que me importan?
¿Para que?
¿Para que me pateen?
¿Para que luego se aprovechen?
No vale la pena,
mejor cortarse el pelo,
mejor fingir que no importa,
que no importa nadie,
ni el más puro papel que te acompaña,
necesita tus sentimientos verdaderos.
Para que te engañen sobra tiempo,
tiempo perdido el de creer,
y tiempo perdido no vuelve nunca. Abril 11
de 1998.
254.
Conciencia de los ojos azules y las grandes
premoniciones,
enséñame a vivir sin tantas preocupaciones,
ocúpame,
hazme útil,
enrola mis manos en la maquinaria del cuento,
no importa que se me pudra el cerebro.
Mejor,
mejor no pensar,
mejor morirse de rabia desde el comienzo.
¿Para donde vamos al fin y al cabo?
Para ningún lado.
Punto final al otro lado de la esquina,
todos tiene listo el bate,
no esperan tocar la almohadilla en la caída.
El polvo se me escurre por los pantalones,
ahora ya son grises,
me mamé de correr los numeritos en la tabla,
soy yo quien lanza la bola y a la vez la atrapa.
Que se acaben las fiestas de cumpleaños,
quiero ver caras felices sonreír por ese helado,
ni tu voz se escucha al otro lado.
Hueco,
parece todo un hueco,
sabe a mierda tanto postre regalado.
Que empiecen a prender las luces,
que los juegos de chiquitos,
ya no hacen reír a los cansados. Abril 11 de 1998.
255.
Campos amarillos de batallas perdidas,
escribo sin sentido cosas que ya no entiendo,
resuenan los cantos al lado de las alcobas
pasajeras del futuro.
Se siente la luz acercarse de costado,
y miro mi cuerpo colorado en el espejo,
como sobra de cuerpo en todos lados.
Golpean los cañones en las calles vecinas,
es tanta sangre que viajamos en botes salvavidas,
¿salvavidas?
¿Algo algún día nos podrá salvar la vida?
256.
Me vuelvo a tu casa,
para conocerte un poco más me vuelvo,
es del lado derecho que yo duermo.
Me construyes el pensamiento,
me lo destruyes,
me diluyes,
me bebes en tus copas de champaña helada.
Me vuelvo a tu casa y te sonrío,
me vuelvo y te vuelvo a construir indiferente,
me absorbes entonces sin respiro.
257.
Escribo hoy historias de amor que no conozco,
les escribo a mis amigos de la cuadra de enfrente,
a los que me creían harina de otro costal.
Les escribo cuentitos apurados,
ya no saben a lo mismo los helados,
es cierto, ya no saben a lo mismo.
Son sus caras un refugio de que alienta mi cabeza,
son sus gustos los disfrutes de una escena,
historias de barrio central y capitalino.
El uno tiene cara de gente elegante,
terminó perdido en bares de éxtasis,
el otro tiene cara de marica,
terminó perdido en la falda de su amigo.
Yo aún no decido que costado,
pero escribo sus angustias en mi cuaderno,
mientras miro en el espejo que sigue creciendo el
pelo.
Y a mi también se me voltearon las chupas.
258.
Si supiera que me espera en el destino,
no me sentaría a jugar cartas,
tocaría más la guitarra,
escribiría más poemas.
¿Que me depara el futuro?
Ya son muchas las notas aprendidas y ensayadas,
¿que me espera a la vuelta de la esquina?
Un beso, un abrazo y un adiós,
diría una canción.
259.
Ya no me coordinan las ideas,
ya me canso de una existencia plana y llena de
añadidos,
me sueño lo que haré con mi futuro,
¿cual de todos?
Ya las manos de mis líneas no me dicen nada.
No me coordinan las ideas y parece lejano el
árbol,
arrastrada por el viento sigue lloviendo en mi
existencia,
ya no soy luz del desierto congelado.
Ahora hay sol en mi ventana,
la luz se refleja en la montaña,
pero no en mi alma,
esa quedó congelada.
260.
Otra vez escucho tu canción,
el amigo ha dicho que se vuelve a las tierras del
capitán,
escucho tu voz en la canción y me sonrío,
tienes los ojos pegados a mi lecho,
tienes mi vida amarrada en un nudo fosforescente a
tu pierna.
Te veo todavía en otro tiempo,
me repito mil veces que pude haber hecho,
se repite la imagen,
parezco rr de grabadora de juguete,
¿será que ya aprendí a usar la tecnología?
261.
Sigo girando el anillo en mi mano,
sigue tu cuerpo en mi cabeza,
campanazo de noche oscura,
Amaría un cigarrillo que ya no fumo,
rompería mi vida por algo distinguido,
funcionará el sueño de los futuristas,
seguro funciona,
seguro funciona,
seguro funciona.
262.
Será que alguien entiende?
Será que alguien entiende,
divino Maestro.
263.
Era el ratón perezoso,
escondido en su madriguera.
De oro parecían las aldabas,
pero sólo parecían.
Sólo era sacar la cabeza,
y sonaba el martillo,
y sonaba el martirio.
Era la bruja malvada,
sentada en su tela de araña.
Espera,
espera,
te espera la araña.
Sigue escondido el ratón?
O mejor escapa?
264.
Mira los ojos del cancerbero,
mira los ojos de ese arquero,
el también llora,
el también llora.
Abre la puerta,
la cierra,
se mete la mano en la chequera.
Cierra los ojos,
aprieta el oso,
no te matará el alma,
no te matará el alma.
265.
Se te cansan las palabras,
cuando piensas en la vida,
se te cansan las palabras,
en la suciedad asesina.
Se te cansan las palabras,
y escuchas el mensaje de la radio,
ahora si suena tuyo.
266.
Tiene las manos verdes,
tiene los ojos rojos y los dientes afilados.
Tira la piedra,
y esconde la mano.
¿Eso te enseñaron?
Tiene las manos verdes,
tiene los ojos rojos,
¿será un vampiro?
No te sacará los ojos,
esos son tuyos.
267.
Mírate el cuerpo redondo,
será tanto odio atascado,
será la putrefacción que te está afectando.
Ya me duele la cabeza,
pero sigo,
me mantengo,
como malabarista en circo malo.
Alguien se va a dar cuenta,
alguien se va a dar cuenta.
Y aunque no olvides el circo,
volaras por los aires,
con nuevos rumbos.
268.
Miro a tus ojos, ataviados con espejos,
Me extravío en tu dulce sonreír picado,
Que sueños los míos de vivir en ti,
Mientras tu con esa magnifica existencia,
Te alejas y me haces un poco volverme otra.
269.
Empiezo a buscar en mis cuadernos gastados tus
hojas,
Empiezo a encontrarme un poco conmigo misma,
Los dibujos ya no son tan coloridos,
Han perdido vigencia,
Se han extraviado mil veces en sombras y en
escaramuzas,
Ya no eres mi siquiera la figura que jugaba
conmigo en mis horas desnudas,
Ahora eres un par de palomas que se posan en mi
terraza y me dejan ser...
Sin ti.
270.
Faltan millones de años para dejar de vivirte,
Faltan horas y horas para acostarme a dormir,
Falta tu presencia y tu aliento a mi costado,
Para que concilie el sueño,
Falto yo misma a mi existencia,
Al estar viva, sin ti.
271.
Creo conocer el universo plenamente,
las estrellas que me cubre y los miles de años que
debo soportarlo,
será que somos como los dibujos animados de las
películas de infancia,
de esos que no nos cansamos de darnos golpes,
pero en el fondo nos queremos.
A veces me pregunto,
a la sombra de algún árbol del cual desconozco el
nombre,
si la existencia humana va más allá,
o esta más lejos y es mejor.
No me respondo,
primaveras que se cansan de hacer flores para dejarlas marchitar,
como si no estuviéramos cansados de ser siempre
los mismos.
Años de vernos las caras por televisión,
Días de insufribles formulas químicas, físicas y
calculadas,
Sueños de papel que se van desbordando,
Y ya no hay coronas para hacerlas volar.
272.
Van los días sucediéndose uno tras otro,
como mal calendario de mujer embotellada,
van sucediéndose las vidas,
caminando poco a poco por desfiladeros,
vamos siendo distintos,
sin darnos cuenta aparentemente,
como las apariencias de los días venideros.
Van los días sucediéndose uno tras otro,
y van las imágenes repitiéndose en la cabeza,
sueños de brujas y burlas perdidas en el espacio,
de los cuentos de tv sólo quedan los numero
gastados del control remoto.
Y esa triste sapiencia de que si seguimos cambiando...
ya no habrá pila para el juego de fútbol.
273.
Van los amigos a cada rato disparando sus ráfagas
al viento,
vienen despistados los de arriba diciendo que no
es cierto,
se van confundiendo entre sangres positivas y
negativas,
ya no somos más que la crónica roja del noticiero.
Lo veo y me espanto,
pero ya no importa si somos ciertos
o sólo un fragmento de nosotros mismos,
ya no importa si es Raul o Tirofijo,
no importa nada,
pues nada es cierto.
Solo nos estamos mintiendo.
Porque hoy en las noticias mataron a un resto y yo
sigo en pijama escribiendo versos.
274.
Vienen las fiestas decembrinas,
los árboles se van adornando de colores festivos,
los días de colegio van pasando a mañanas de sueño
y novela,
ya no se parecen las formulas a los chips de
chocolate,
nos vimos cada una de las películas de cartelera y
ahora sólo queda
el video de la esquina que a cada rato tiene una
sorpresa.
Ya se acabaron los vicios fumadores de baño
escondido,
cada una de las cuadras va por distinto camino,
ahora me asomo a la ventana y no son ellos mismos,
abismos que se encuentran en torrentes submarinos.
275.
Cargando la cruz de la ignorancia,
muchos días sucumbimos ante los espantos de la
guerra,
hoy caminamos casi desnudos con la ilusión de
cambiar,
los pájaros entonces se burlan de nosotros
así no llegamos a ningún lugar, mas que a nosotros
mismos.
276.
He dicho millones de veces,
que me desespera verte llorar por mi,
lo he dicho a tu sonrisa,
desde mis labios partidos por tantos vientos
absurdos.
Pero sigo pensando que lo olvidas,
cada vez que de ti me acuerdo,
porque son empañadas las ventanas de mi vida,
con tu llanto absurdo y prolongado.
277.
Camina despacio ante mi tu figura,
camina y se detiene ante la luz de la cocina,
llevas aún los lazos rojos en el cabello,
y lo platinado de cada aguja me dice que sigues
cociendo mis calcetines.
Como extraño tus manos en mis manos,
como extraño tus ojos en los míos reflejados,
como extraño sin decírtelo casi,
que sobre tus rodillas me sientes y me cantes tus
canciones andaluzas.
Más ahora las extraño cuando apenas las recuerdo,
cuando el banquito casi negro,
pertenece a otro que ni recuerdos tiene de haberlo
vivido contigo.
278.
Al fin encontré el aliento de los dulces y las
luces,
al fin ayer supe donde estaba,
perdido ante el abismo de quien no comprende,
como olvidarse entonces de las formulas mágicas,
de los regaños y de las alacenas.
Al fin encontrado y perdido de nuevo,
el sueño de verme sentada donde recibí tu arrullo,
pero consuelo me queda de llevarlo en la memoria.
Aunque sea absurda la manera de haberlo perdido
todo,
Por no tener los suficientes años para pelearlo.
279.
ADIOS AL BANQUITO DE DOÑA ALCIRA
Recuerdo las burbujas bajando por mis dedos,
de colores eran los recuerdos de ser libre y
feliz,
sobre ti en tantos sueños fui maga y adivina,
en ti cuantos golpes, cuantas angustias.
Hoy ya no eres la sombra de mi recuerdo,
pero iría a visitarte mil veces por olerte apenas,
por saberte cierto y existente.
Saber acaso que no es justo,
que no se merece,
que son tantos años de sentirte ausente,
extraviado en un mundo al que no perteneces.
Se, como sabe la certeza de quien vive esperando
un momento,
que volveré a verte,
a sentarme en ti,
a suspirarte,
como te suspira mi madre por los mismos recuerdos.
Y como se que un día aquellos que no comprenden,
me dejarán poseerte más allá de los recuerdos.
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