del 44 al 50

44.

Que > muerte

cuando > hay - momento

donde > casa

como > ahogado

quien > yo

45.

Hola sombrerito londinense,

¿Ya aprendiste a caminar?

Te cuento que estoy aquí,

pensando en ir a verte.

46.

Rodando estaba ayer por la circunvalar,

veía las luces de la navidad que se acercaban,

y me pasaban de lado.

Te veía todo el tiempo aquí asustado,

y se me hacía risa tocarte por un rato.

47.

Lo abrazó tan fuerte como pudo,

como tratando de impedir,

que los ángeles de la muerte,

se le robasen el alma,

para dejarlo salir por fin,

después de tanto sufrimiento.

48.

Hoy estuve pensando en sus trescientos sesenta y cinco días.

Son muchos días para estar solo,

son muchos días para pensar en todo,

pero son todos los días que necesita,

para aprender.

Para ser feliz y crecer.

Tal vez yo ahora necesito menos,

pero no importa,

lo importante no es el cuanto,

sino el que tan profundo.

49.

De todos los poemas que te escribí esa noche

el que más me gusta

es el que le escribí a tus zapatos azules

me gusta

por que te refleja del todo.

Con las medias rotas

el pantalón a cuadros

y el pelo despelucado.

Lastima que ya no uses los zapatos azules

y que yo siga montando en bicicleta

como cuando me partiste la pierna

por ganarle a los de la cuadra de enfrente.

Por que si fuéramos parecidos a los de entonces,

hoy, yo no te escribiría poemas que tu no lees,

y tu no me dirías cosas que yo no oigo.

50.

Bienvenidos al mundo de los sueños,

donde los Reyes del Caney siguen bailando joropo,

al son de los Rolling Stones.

Porque en esta tierra de la nada,

se puede seguir bebiendo champaña,

mientras se comen salchichas con cuchara,

y caviar con la mano.