Si quisieras conocerme,
como yo lo quiero hacer,
hoy lo lograrías.
Si sólo sonaras en mi mente,
en el momento preciso,
me conocerías.
Conocerías mi dolor,
mi abismo.
Conocerías la destrucción,
de mi vida,
de mi pequeña encarnación.
Reducida en el tiempo,
en el espacio. 1
de febrero de 1990
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