miércoles, 2 de abril de 2014

411.

tengo en la cabeza dibujada su sonrisa, la forma en que su pelo se quedaba sin forma, tengo en el corazón la sensación mas dulce de su ternura infinita al moverse a veces y la inmensa amargura de la des ilusión posterior, como si lo imposible fuera solamente que siguiera viva y feliz por siempre con esa alegría que ha tanto me ha costado convertir en llanto.

me trasnocho pensando en eso y pienso en cuanta agua desperdiciada en ella... y aún no se lava esa charca.

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