miércoles, 17 de septiembre de 2014

un segundo

entonces llega, sin aviso, en un instante de cualquier noche, de cualquier madrugada, mientras camino por la séptima o me saco un moco en el semáforo, de cualquier respiro su nombre en mi mente y la añoranza de su contacto, la idea en el engaño de que  a ella le pasa lo mismo,
entonces viene a mi mente el susurro del aire que me toca y su recuerdo en el calorcito de la madrugada.

valiente gracia... volviendo a los mismos lugares de mi mente, para repetir las palabras dichas tantas veces de tan diversos modos, saberme taaaan burlada, tan vana, tan dulcemente envenenada por tanto tiempo, poca cosa repitiendo los mismos sueños que nunca pasan, que nunca son, que ya no fueron, que se queman en humo, en llanto, en triste remembranza de su brazo, verguenza espanto, estupor.

lo asombroso es que todo infierno y paraíso, pasan en mi cabeza...